Para no aburrir a mis lectores con mis desventuras y pleitos en defensa de mis derechos de autor, rescato estas imágenes de mi último viaje a Máncora (provincia de Talara, Piura), en las que -felizmente- no aparece ningún pirata, sólo un mar bello y prometedor, capaz de aliviar cualquier enojo. Relajémonos juntos y, por un momento, olvidemos las penas y tristezas.
Para no aburrir a mis lectores con mis desventuras y pleitos en defensa de mis derechos de autor, rescato estas imágenes de mi último viaje a Máncora (provincia de Talara, Piura), en las que -felizmente- no aparece ningún pirata, sólo un mar bello y prometedor, capaz de aliviar cualquier enojo. Relajémonos juntos y, por un momento, olvidemos las penas y tristezas.
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