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Mostrando las entradas de 2018

El cronista mochilero

Hace ya varios años, cuando daba mis primeros pasos en el periodismo de viajes, una editora me pidió que le enviara algunas crónicas para conocer mi trabajo. Hasta ahí todo bien, nada fuera de lo normal. Es lo que suele hacerse en estos casos. Lo extraño ocurriría al recibir su atenta respuestas. Palabras más, palabras menos, ella decía que mis textos eran buenos, pero adolecían de un problema: estaban escritos como para 'mochileros', algo que no encajaba con el perfil de su publicación. Más allá de los gruñidos y la d ecepción momentánea, me di cuenta que lo de 'escribir para mochilero' significaba que mis textos rebasaban la descripción parametrada de un itinerario turístico. Estos, además y para colmo de males, omitían referencias a hoteles cinco estrellas y restaurantes de muchos tenedores, esos que,  como se está demostrando ahora, se apropian hasta de las propinas de los mozos. Desde entonces, la visión VIP de varios editores (o digamos su ceguera) ha sido

Ausangate, pasos de nieve en el Cusco

De la duda a la certeza, en un relato de excusas por inventar y desafíos que se afrontan en los ondulantes dominios del Ausangate, la montaña tutelar del Cusco y el escenario de una de las rutas pedestres más impactantes del país. Todavía estás a tiempo de arrepentirte, de inventar una excusa, de argüir un pretexto que te sirva de tabla de salvación; pero no digas lo primero que se te ocurra. Ese sería un grave error. Piensa, reflexiona, se ingenioso para encontrar una trama creíble y razonable que te libere de la sospecha o la certeza –esto dependerá de la agudeza de tu interlocutor- de que te estás acobardando porque te mueres de miedo. Tienes que inventar una coartada salvadora y decírsela ya, ahora, a ese joven que despliega un mapa para adoctrinarte sobre kilómetros y altitudes, sobre montañas y abras, sobre partidas madrugadoras y llegadas en horas inciertas. Sus palabras ponen al borde del nocaut a tu entusiasmo, y, como ninguna campana te salvará de besar la lona, es urge

Larga vida a la crónica periodística

Mientras algunos proclaman la extinción de la crónica, el autor de esta bitácora anuncia que el 14 de marzo iniciará un taller de cinco sesiones, para todos los interesados en mantener con vida a este género periodístico Se equivocan quienes creen que la crónica periodística está condenada a muerte . Exageran los que afirman que los lectores ya no buscan buenas historias y se conforman con textos breves como el trino de un ave. Claudican aquellos que reemplazan los textos creativos y bien estructurados por frases cuyo único objetivo es acumular me gustan . Ante ese aciago panorama que parece condenarnos a redactar mensajes sin pretensiones de trascendencia, de esos que se leen hoy y se olvidan mañana, es prioritario rebelarse y levantar los teclados, las libretas y los lapiceros, como medida de lucha, resistencia y defensa de la crónica , uno de los géneros más valiosos del periodismo , porque permite explorar el lenguaje y construir historias capaces de atrapar, conmover y sen