Dos viajeros detienen su andar para contemplar y sentirse pequeños al lado de una de las enormes puyas Raimondi, que se yerguen imponentes a la vera del camino sin asfalto que une Lampa con Tinajani (región Puno)
Consideradas como las inflorescencias más grande del mundo, las titancas adultas -así también son llamadas- superan fácilmente los 10 metros de altura, mientras que su ciclo de vida bordea los 100 años.
Enormes, singulares y pintorescas, las puyas sólo florecen al final de su existencia. Al estar cerca a ellas, sólo queda levantar los ojos -acaso con respeto, tal vez con fascinación- para apreciar su magnificencia y grandeza, como lo hicimos en Lampa, como lo hicimos otras veces en el parque nacional Huascarán (Ancash) o en el bosque de Titancayoc (Ayacucho).
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