Ir al contenido principal

Clic de la semana

Resplandor marino
Veraneando en invierno. Lejos de Lima. Cerca de Tumbes y su calor persistente. Explorando se cansó de la humedad y los cielos grises. Explorando se fue al norte, muy al norte, más allá de Los Órganos y Máncora, más allá de la célebre Punta Sal.

Y llegó hasta Zorritos, un pueblo de animosos pescadores, una caleta sin muelle por culpa de El Niño... Y los hombres empujan sus botes en las orillas de arena. Se hacen a la mar para tender las redes en las que cosecharán los frutos del Pacífico o acercarse a las bolicheras con sus bodegas llenas de tunos, espejos y agujillas.

Y en el tórrido norte, encontró arenas tentadoras y aguas relajantes en playas desoladas y casi desiertas. Y es que, aunque no lo parezca, aquí también es invierno. Por eso hay pocos bañistas en el centro urbano y en la zona turística; entonces, es fácil creer que el mar es tuyo, que el mar es solo para ti.

Y el lente de Explorando camina sin prisa por las orillas desierta, fotagrafía con entusiasmo el mar y el horizonte, a las aves que revolotean cerca deo oceáno, a los acantilados y sus árboles resecos que se yerguen detrás de la carretera; pero también retrata -con encono, con indignación- los montones de botellas, papeles y otros desperdicios que afean la playa.

"Y es que en esta época nos dedicamos a la pesca, no al turismo", inventa una excusa, intenta una explicación fallida uno de los pobladores.

Y es que nada es perfecto en esta vida ni siquiera en este invierno que parece verano en Zorritos, un pueblo, una caleta, un balneario que le regaló clic's memorables al lente siempre viajero -y ahora también bronceado- de Explorando.

Comentarios

ilichbp dijo…
Genial!!!

Entradas más populares de este blog

Fiesta en Andamarca

Yaku Raimi Cuando las aguas están de Fiesta Texto: Rolly Valdiva Chávez Del polvo del archivo rescatamos una crónica sobre la fiesta del agua en Andamarca, que publicamos originalmente en septiembre de 1999 en La Última Página del diario oficial El Peruano. El texto rescata las costumbres de una celebración que se mantiene vigente en esta pequeña comunidad ayacuchana, conocida como la "capital de los Rucanas" (un aguerrido pueblo preincaico) y la "ciudad de los andenes", por la proliferación de terrezas cultivables esculpidas en los cerros por los ingenieros andinos. Al publicar esta nota, Explorando Perú quiere brindar un homenaje a los esforzados comuneros andamarquinos, quienes hasta en las épocas de mayor violencia política, siguieron respetando sus viejas costumbres, perpetuando una tradición de siglos. Fiesta de comuneros. Revolotear de trenzas y polle­ras. Oleadas de chicha de jora y calentito. Zapateo interminable. Pueblo con­quistado por un batallón de mági

Oxamarca: una historia entre la niebla

Explorando sale del letargo o de su agonía -usted escoja el término que más le guste- con esta crónica en la que el autor relata su visita a Chocta, un complejo arqueológico del distrito de Oxamarca (Celendín, Cajamarca) que está cubierto por las brumas del olvido y la indiferencia. Estamos de vuelta, una vez más. Pasará . Es difícil saber si lo dicen por convicción o si se trata tan solo de un amistoso engaño, de esos que suelen acompañarse con una sonrisa condescendiente y un par de palmaditas en el hombro, aunque en este momento de niebla y frío, de lluvia indecisa y sol opaco, nadie se acerca con ansias de brindar consuelo; entonces, surge la duda: y si ellos realmente lo creen. Esperar . Es lo único que queda. Tal vez, como afirman los que nacieron aquí, el mal momento pasará, más temprano que tarde pasará, entonces, todo será igual que en las jornadas anteriores -despejadas, brillantes, luminosas-, ideales para descubrir, tras las espinosas marañas del verdor, los mur

A brindar con masato

No es una insinuación, tampoco la expresión de un deseo velado de continuar con los festejos por el primer aniversario de Explorando Perú . En realidad es pura coincidencia, una de esas casualidades de la vida que nunca faltan la que me hace publicar este post, con la fotografía de una mujer asháninka de la comunidad de Coriteni Tarzo (provincia de Satipo, Junín), en plena faena de preparación del tradicional masato , la bebida infaltable en el verdor amazónico. A puro punche y con gran esfuerzo, el ollón con varios kilos de yuca y camote sancochado es molido, triturado, convertido en masa pastosa con un remo "disfrazado" de cucharón. El procedimiento es más que agotador y la señora lo realiza en silencio, totalmente concentrada y sin mirar a los curiosos que pululan por su minúscula comunidad, perdida en el exuberente follaje que tapiza las orillas del río Tambo. En la selva se masatea de día y de noche, cuando hay fiesta o hace calor, cuando llega un visitante o se van los