Donde el autor trata de justificar su disparatado texto y su carencia de ideas, apelando al ridículo argumento de que sus neuronas están de vacaciones o en huelga. Quiero escribir. El problema es que no se me ocurre ningún tema. Creo que mis neuronas están de vacaciones o se han declarado en huelga, aunque desconozco su posible lugar de descanso y no sé nada sobre su pliego de reclamos. Otra posibilidad –que me resisto a admitir- es que las susodichas se encuentren medias oxidadas por falta de uso o utilización inadecuada. Debo alejar ese pensamiento. Esta falta de ideas es temporal. Voy a concentrarme, a recordar, a buscar anécdotas, personajes, vivencias que pueda contar. Vamos, Rolly, escarba en tu memoria, enfócate en un viaje, en un pueblo, tal vez en un día de fiesta con procesión y plegarias, con bombardas y sahumerios, con danzantes y músicos, con harta cervecita y tragos de fantasía. Ya me estoy animando. Recuerdo a unas chinas diablas de miradas...