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Mostrando las entradas de 2014

El retorno de Explorando

Preparen los clarines. El autor de Explorando promete volver con fuerza en el 2015   Soy un ingrato. He abandonado este espacio. Me he dejado vencer por la desidia. Fui seducido por la brevedad y la inmediatez de las redes sociales. Allá se fueron mis palabras, mis historias, mis dudas y hasta mis temores. Aquí se entronizó el olvido, como si no tuviera nada que contar o ya no me interesara compartir las vivencias del camino. Soy un ingrato. Lo sé. Lo admito. También me arrepiento. No debí alejarme de este blog… pero lo hice, sin darme cuenta que Explorando fue siempre una ventana abierta para la anécdota y la reflexión viajera, donde experimenté y hasta jugué con las palabras. Así nacieron muchos textos extraños o disparatados. Relatos que no olvido. Relatos que me siguen gustando. Soy un ingrato con propósito de enmienda. Hoy rompo el silencio para decir que en el 2015, se acabará el olvido. Explorando volverá. Es una deuda que tengo que saldar. Es algo que le debo a m

De huelgas y mundiales

Donde el autor vuelve a las andadas y en vez de escribir sobre su último viaje a Huancavelica, se atreve a publicar este extraño texto, inspirado en el paro de los maestros.   Desde el balcón de mi primer hogar en Jesús María, veía marchar a los profesores de mi colegio, la 1100. Ellos estaban en huelga, en esa gran huelga de los últimos años de la dictadura militar que coincidió con mi estreno como estudiante de primaria y mi debut como espectador de los mundiales de fútbol. Así, entre las arengas de los profesores, el intercambio de figuritas para el álbum de Argentina 78, y los comunicados oficiales del ministerio de Educación que se leían en las pausas de los programas televisivos, fui aprendiendo a leer el mi mamá me mima en las páginas del ya mítico libro Coquito. Aprendí a pesar de la huelga y de esas marchas de la que era testigo desde mi balcón, lo que me permitía identificar a los profesores de esa escuela experimental en la que se estudiaban “las ciencias y el

Recuerdo mundialista

Buscando en mis archivos fotográficos encontré esta imagen del 2006. La hice en Puerto Ocopa (Satipo, Junín), una tarde de fiebre mundialista en la que las selecciones de Brasil y Ghana se enfrentaban en Alemania... bueno, al menos, eso es lo que me dicta la memoria que, en cuestiones futboleras, suele ser bastante acertada. Quizá por eso quería ser periodista deportivo. Esa era mi intención cuando postulé a la carrera de  Comunicación Social. Ya en las aulas de San Marcos cambiaría mi perspectiva profesional, pero mi pasión se mantendría incólume.  Una pasión que se incrementa día a día. Y es que Brasil  2014 está a la vuelta de la esquina. Justo en ese estado de expectación -que sería desbordante si la selección hubiera logrado el milagro de la clasificación- encontré el clic que acompaña estas palabras, entonces, decidí rescatarlo del olvido, para demostrar que el fútbol siempre será mucho más que una barra brava Pero eso no es todo. Este encuentro fortuito me ha llevado a

Hambre viajera

Protesto. No era una cena. Ni siquiera podía ser calificada de modesto lonchecito o frugal refrigerio. Me habían estofado, digo, estafado vilmente, y, para colmo de males, estaba bien frito pescadito. Y es que no existía manera de mejorar ese guisado , perdón, de solucionar el tremendo desaguisado, que tuvo su origen en mi pretenciosa intención de querer matar dos pájaros de un solo tiro. Sí, pues, era mi culpa por no preguntar nada y creer ciega e ingenuamente en ese cartelito en el que se leía cena a bordo y servicio directo. Esos eran los dos pájaros que quería matar de un solo tiro, para tranquilidad de mis amigos observadores de aves quienes, probablemente, ya estaban desenfundando sus plumas virtuales para aderezar esta entrada con una retahíla de comentarios harto picantes. Por eso aclaro el punto y agrego por si las moscas –con la venia de los entomólogos- que aquí no se describirá ningún “pajaricidio”.   Solo se recordará la desventuras de un viajero con más filo q

El último clic, el primer clic

Antes de los brindis y las bombardas, de los abrazos y los bailes, de las doce uvas, del puñado de lentejas, de los baños de florecimiento, de las prendas amarillas y de las viajerísimas vueltas a la manzana... sí, antes de todas las celebraciones y rituales que marcaron el final y el principio de un calendario, la cámara de Explorando Perú  llegó hasta la llamada Lengua Misteriosa, una oquedad natural en los alrededores de los baños de la Juventud en Churín (Pachangará, Oyón). En este espacio natural de sombras y contrastes, en el que resplandecen las aguas del río Pachangará, se hizo el último clic del 2013, marcando el final de un año de exploraciones, relatos y fotografías en distintos escenarios del Perú, el país que seguiremos recorriendo con pasión y perseverancia en el 2014. Al día siguiente, al recorrer las somnolientas calles de Churín, nos topamos con este camión. La provocadora frase escrita en su tolva, tentó a nuestro lente viajero que -por su labor itinerante- c