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Mostrando las entradas de 2006

Anécdotas del camino

Donde el autor, quizás por falta de mejores ideas, narra los pormenores de una noche de obligado insomnio en su última travesía del año. Sería un viaje largo y tortuoso. No tanto por las condiciones del camino, tampoco por las dudosas comodidades del bus, sino, más bien, por culpa del azar, la casualidad y la mala fortuna, por qué como podía imaginar, prever o sospechar siquiera, que el asiento número tres sería ocupado por un tipo enorme con dimensiones de ropero antiguo. Y el gigante se acerca y se sienta y se desborda. Su cuerpo trasciende al asiento cuatro, ocupado por este humilde y chaparro servidor que, ante la invasión de su espacio vital, espera al menos una palabra o sonrisa a manera de excusa o un estratégico reacomodo o retirada de los rollos intrusos. Pero no ocurre ni lo uno ni lo otro. ¡Qué lástima!, el ropero me obligaba a utilizar medidas extremas, a ponerme bravo, a hacerme respetar por las buenas o por las malas, caray, o acaso creía que me había amedrentado con su

Fin de Fiesta

Este año anduve en el norte y en el sur, en las orillas del Pacífico, en las islas del mítico lago Titicaca, en las faldas de los Andes y en los cauces de los ríos Amazónicos. Sí, estuve aquí y allá, en ciudades y pueblos, en comunidades desconocidas, en caseríos aislados, para escribir historias y capturar imágenes que retraten el rostro de Perú actual, del Perú milenario. También estuve en Ecuador, Bolivia y Chile. Descubriendo los Andes, andando y conociendo, borrando o tratando de borrar fronteras, rencores y desconfianzas históricas con mis andanzas, mis idas y venidas con la mochila al hombro, la libreta al ristre y la certeza inquebrantable de que el camino es bondadoso cuando uno lo recorre con humildad, respeto y buena fe. Y en todos los lugares en los que estuve, atesoré las anécdotas y experiencias que nutren esta bitácora; y, de paso, guardé en una mochila imaginaria una gran cantidad de buenas vibraciones y energías positivas que hoy, a través de este post , comparto simbó

Clic de la Semana

Absorto ante el estruendoso poderío de la catarata de Koari (comunidad nativa de Mazaroveni, Satipo), un viajero detiene sus pasos para contemplar el impetuoso discurrir de las aguas por paredes rocosas y desafiantes, conquistadas por el verdor del monte. Koari es un gigante cubierto por un torrentoso velo cristalino que se deja ver -distante y tentador- desde el cauce del río Tambo, la "carretera" fluvial que une el rústico y caluroso Puerto Ocopa (región Junín) con la animada población de Atalaya (región Ucayali). Desde las "canoas colectivo" que surcan el río, la catarata parece ser un hilito de agua que humedece el manto del follaje; pero el "hilito" se convierte en chorro inmenso al llegar hasta ella, luego de varias horas de acrobático andar... y es por eso que se detienen los pasos y es por eso que se le contempla en silencio...

Algo de Lima...

En Explorando se ha escrito relativamente poco sobre Lima, la capital del Perú. Quizás sea por un afán descentralista o, tal vez, debido a esa relación de " amor-odio " que me enfrenta y me une con mi ciudad natal, la que me ha llevado a obviar -sin quererlo- sus atractivos y encantos. Ayer, revisando en mis archivos, encontré una anécdota relacionada con la inauguración de la Plaza San Martín que, en su momento, me sirvió para nutrir los párrafos de un artículo sobre los principales espacios urbanos de esta "tres veces coronada villa". En mi afán de saldar la deuda informativa que tengo con mi ciudad, me animo a compartir esta "perlita" con ustedes: El tímido San Martín En 1919, a dos años del centenario de la independencia del Perú, Agusto B. Leguía asume la Presidencia de la República. El flamante mandatario encontró en la edificación de la Plaza San Martín, en los antiguos terrenos de la estación de San Juan, una vía de expresión de los nuevos viento

Retorno... ¿triunfal?

Donde el autor trata de explicar a sus lectores -quizás sin conseguirlo- el por qué de la falta de post en los últimos días. Días extraños, sin ganas de escribir o postear, sin historias que contar, sin clic de la semana. Días disfrazados de vacaciones, de pereza y abandono. Días inútiles, quizás perdidos, mirando la pantalla vacía y el teclado dormido. Días poco inspirados, carentes de palabras, desnudos de oraciones. Quizás haya sido el inconsciente que exigía un descanso tras cinco años de viajar y escribir, de trabajar y no parar; o, tal vez, la culpa es del agotamiento de la última travesía -intensa, fragorosa, también emotiva por tierras ecuatorianas- la que desencadenó la para inesperada, el bloqueo mental, el silencio de Explorando Perú . Pero como no hay mal que dure 100 años ni periodista-viajero que lo resista, hoy han retornado las ganas de escribir y de contar historias. Se acabó la sequía de palabras. Y otra vez se impone el vibrar de las techas, la premura del cursor que

Disculpa electoral

Confiado en que más vale tarde que nunca, le comunico respetuosamente al presidente de la mesa 128530 del distrito de La Perla, Callao, que por motivos de fuerza mayor, no pude asistir al proceso electoral del domingo 19 de noviembre. Espero que el distinguido presidente sepa comprender mis razones y lamento si mi ausencia le generó algún problema o dificultad adicional en el cumplimiento de su patriótica función. Ahora bien, es muy probable que el ciudadano presidente ni siquiera se diera cuenta de mi ausencia. Si ese es el caso, este escrito -como tantos otros que he redactado en mi vida- no tiene ningún sentido. Pero igual sigo dándole a las palabras. En verdad es complicado imaginar lo que pensó el obligadamente entusiasta presidente y sus dos secretarios. Ellos se pasaron todo el domingo viendo votar a decenas de compatriotas, haciéndoles firmar el padrón, evitando que algún descordinado derribe el pomito de tinta indeleble y, a partir de las cuatro de la tarde, contando una a una

Clic de la Semana

La silueta de un iglesia colonial despunta tras los enormes muros incásicos del templo de Wiracocha, en Raqchi (Cusco), evidenciando, en cierta forma, la raíces del Perú actual, una nación que -para bien o para mal- se sustenta o debería sustentarse, en su riqueza y diversidad cultural. Se dice que el Perú es un país de todas las sangres y que aquí el que no tiene de "inga tiene de mandinga"; sin embargo, nunca faltan los necios que pretenden soslayar o miran con desdén esa pluralidad de culturas y sentires, entendiéndola como un obstáculo en el camino del desarrollo y la integración, en vez de enfocarla como una fortaleza y un signo de orgullo frente a otras naciones. En Raqchi, como en otras partes del Cusco, es evidente la coexistencia de los andino y lo occidental. Es parte de su encanto más allá de las opiniones que se puedan tener sobre la invasión o conquista española -me inclino por el primer término- y el posterior periodo colonial. Nos guste o no, lo ocurrido en el

Crónica Rayada...

Un texto de confusiones y enredos en el que el autor demuestra que, a veces, anda un poco rayado. Lluvia y granizada. Hace frío y no dan ganas de bajar del bus, pero el bicho motorizado se para en seco y abre las puertas de par en par. La gente se levanta, se despereza, dice que nos hemos detenido en una raya que también es punto... No entiendes nada, es como si hubieras sufrido un congelamiento neuronal. Si es que esa enfermedad existe -claro está- o será acaso que la acabas de inventar, con el perdón de los médicos y demás profesionales de la salud. Y si uno inventa un mal tiene el derecho de inventar la cura, más aún cuando se está en una raya que es punto al mismo tiempo… y con tanta raya y punto como que ya tengo la impresión de andar escribiendo en clave morse y eso es demasiado enredo, demasiado congelamiento neuronal. Frío, lluvia y granizo. Bus detenido. Raya y punto, punto y raya. Neuronas congeladas… y sigo sin entender nada y para colmo me voy quedando solo, porque todos a

Clic de la Semana

Como si fuera un enorme espejo urbano , un edificio vestido de modernidad refleja nítidamente la torre colonial de la Catedral de Santiago de Chile, sintetizando de manera simbólica la unión entre el pasado y el presente, en plena plaza de Armas de la capital mapocha. La imagen despertó el interés del lente viajero de Explorando Perú que, por esas cosas del destino y el mundo globalizado -ya les explicaré el por qué-, recorrió durante más de una semana varias ciudades chilenas. Eso sí, que nadie se preocupe. Explorando sigue siendo bien peruano, peruanazo como el pisco y sólo pretende, a través de este clic, agradecer las atenciones recibidas durante el Seminario Internacional de Turismo Rural Los Desafíos del Siglo XXI, evento al que fui invitado como expositor. Organizado por el Gobierno de Chile, a través del Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap) y del Programa Nacional de Turismo Rural, el certamen reunió durante tres días (11 al 13 de octubre) a especialistas de diversos

Ya estoy aquí

Para alegría de muchos y tristeza de pocos... o ¿será al revés? Sea como sea, el autor de este blog anuncia su retorno -siempre silencioso, nunca triunfal- a su "queriodiada" Lima... y, mientras se arregla con sus acreedores, supuestos jefes y perseguidores varios, aprovecha un instante de calma en sus idas y venidas, para publicar algunas fotos de sus últimas andanzas y, de paso, darle un poco de vida a Explorando Perú. Viaje al sur: peruano y chileno. Cusco y Puno, primera salida. Retorno a Lima. Un par de días de descanso. Prepararse para volver al camino. Segundo itinerario: volar a Santiago, mochilear a Valdivia, Puerto Montt y la isla de Chiloé, al final de continente. Paradas en la ruta. Pikillaqta un complejo arqueológico en las afueras del Cusco Imperial. Los restos de una ciudad amurallada, con viviendas, almacenes, grandes calles y paredes erigidas por los waris, el primer imperio andino. Tradicionales Toritos de Pucará en las alturas altiplánicas de la región Puno

Pésame al Perú

Estoy en Valdivia, al sur de Chile, y dentro de algunas horas partiré hacia Puerto Montt. Confieso que estoy algo triste, porque acabo de enterarme de la muerte de Valentín Paniagua, quien presidiera un gobierno de transición, tras la "valerosa" renuncia vía fax, de Alberto Fujimori, hoy en proceso de extradición. No tengo mucho tiempo para escribir. Sólo quería expresar que Paniagua fue un polítido distinto, ajeno al escándalo y al autobombo. Silencioso y discreto, pero dispuesto a "poner el pecho" cuando la situación lo ameritaba, pasará a la historia como un hombre probo, calificativo que pocos dirigentes del país, podrán colocar en su epitafio. Hoy es un día triste. Sólo espero que muchos de los políticos que hoy exaltarán las virtudes de Paniagua, escuchen y mediten sus palabras, para que ellos corrijan sus rumbos y comprendan que el país sólo saldrá adelante con gente honesta, como el ex presidente y tantos millones de peruanos, que diariamente tratan de labra

Comunicado Oficial

Comunicado Oficial 001-2006 El autor de este blog se encuentra temporalmente en Santiago de Chile. A partir del sábado enrumbará con destino desconocido, presumiblemente más al sur, para volver a Lima el 20 del presente. Así que no se asusten si en los próximos días no hay nuevos post, reportes o comunicados. Como ustedes comprenderán es difícil escribir Explorando Perú, cuando uno se encuentra Explorando Chile. Sin otro particular, El autor.

Reporte a la volada desde el Cusco

Sólo un par de párrafos para no perder la costumbre y comunicarle a los sacrificados seguidores de Explorando Perú, que el editor-redactor-viajero y, según las malas lenguas, vagabundo profesional que dirige esta bitácora, sigue vivito y coleando. No me encuentro en la plaza de Armas ni en las inmediaciones del Qoricancha, menos en el ahora iluminado Saqsaywaman, la fortaleza o templo que permite observar el manto urbano del Cusco, imperial y sagrado. No estoy en ninguno de eso lugares, más bien escribo estas líneas desde la terminal terrestre, lugar sin mayores encantos, bullicioso y concurrido, donde unos hombres con voces de tenores trasnochados, gritan hasta la desesperación nombres de ciudades: Puno, Tacna, Arequipa, qué se yo... Dentro de un par de horas seguiré el llamado de unos de ellos y partiré hacia Arequipa, la Ciudad Blanca, mi última escala en este viaje relámpago que me llevó por Puno, Juliaca, Pucará (región Puno), Sicuani, Raqchi, Andahuaylillas, Piquillacta y Tipón (

Breve mensaje a los periodistas

Hoy es el día del periodista en el Perú. Es decir, hoy es mi día (no me molesto si me saludan), así que debería andar feliz y preparándome para los brindis o, en el mejor de los casos, recién despertándome, algo adolorido y mareado como consecuencia lógica de un sábado espumoso, festivo, quizás hasta romántico. Pero nada de eso pasa en esta mañana de domingo. Más bien estoy frente al computador, somnoliento, ojeroso, recién llegado de viaje y a punto de desarmar la mochila para volverla a armar; pero, antes de hacerlo, antes de planificar mis nuevas andanzas en Puno y Cusco, quería saludar, a través de Explorando Perú, a los colegas que desempeñan su labor con profesionalismo, dignidad y encomio, en todo el territorio nacional. Brindo con agua sin gas -es lo único que tengo a la mano en estos momentos- con los verdaderos periodistas, es decir, los que no venden su conciencia ni alquilan sus opiniones; también brindo con los colegas que he conocido en los caminos, aquellos hombres de pr

Clic de la Semana

Hay quienes dicen –quizás con ingenuidad, tal vez con excesivo entusiasmo- que Dios es peruano. Ellos tendrán sus razones para decirlo. A mí, particularmente, no me consta y para ser sincero, tengo grandes dudas sobre la nacionalidad y otros asuntos relacionados al todopoderoso… pero dichas incertidumbres no vienen al caso. En fin, no sé si Dios es peruano; lo que si sé y de eso estoy segurísimo, es que aquí –en el Perú- abundan los diablos, como el festivo y tentador sajra paucartambino que aparece en este clic que alguna vez fue semanal y que ahora más bien sale cuando quiere, a la usanza del ya casi mítico tren macho . Los diablos nacionales –al menos los que conozco y he visto directamente- son endemoniadamente bailarines y suelen escaparse del averno en las fiestas patronales, como ocurre en Paucartambo (Cusco), donde los sajras, con sus máscaras de espanto y sus trajes brillantes y estrafalarios, no se pierden ningún detalle de las celebraciones en honor a la Virgen del Carmen .

Anécdotas del camino

Relatos de viajes azarosos (parte I)… ...aunque nadie sabe, ni siquiera el autor de este blog, si habrá una segunda parte, porque como dice el dicho popular, las segundas partes nunca fueron buenas. Así es el Perú, verseó una sombra en tono de excusa, como si la mención del nombre patrio fuera un bálsamo capaz de aplacar la naciente incomodidad, el fastidio, las ganas casi incontenibles de decir hasta aquí nomás llego compadrito y el deseo apremiante de dar la media vuelta y largarse de una buena vez, tirando un portazo que le añadiera un efecto entre dramático y teatral a la retirada. Pero todo eso era imposible por varias razones prácticas, como la inexistencia de una puerta que se pudiera tirar con artístico encono o la falta del espacio mínimo indispensable para dar la media vuelta; entonces, lo mejor era quedarse calladito, economizar palabras y creer –o tratar de creer- que aquel hombre ensombrecido tenía razón y que el Perú era así, pues, desde siempre y para siempre. Amén. No

Clic de la Semana

El desborde de la arena y la sarna galopante del óxido, "secuestran" a una señal de tránsito en Cangrejos (provincia de Paita, Piura), un balneario popular, inquieto y concurridísimo en el verano, que se viste de nostalgia y soledad cuando el radiante sol norteño aminora la contundencia de sus rayos. Prohibido estacionar, se lee entre las manchas del óxido... pero no hay nadie con auto ni siquiera un alma montada en bicicleta; sí, todo es arena, arena invasora en la vereda con pretensiones de boulevard, en la pista de asfalto agujereado, también en las casas de playa, ahora abandonadas, sombrías, fantasmales. En el verano (diciembre a marzo) la situación cambia. La playa se llena de animación y la arena es "desalojada" de las áreas urbanas; entonces, la señal vuelve a prohibir y recupera su poder y se escapa del abandono, como el boulevard y las casas fantasmales. Ya no hay óxido ni olvido, sólo risas y cuerpos bronceados. Así es la vida en Cangrejos.

A correr en el norte

Al ritmo del Surfing No es una verdad histórica, advierto. Es sólo una frase ingeniosa para empezar está crónica y como no encuentro otra que me parezca o sea más adecuada o simpática, decido escribir entre irónico y filosófico que el iniciador y fundador de las civilizaciones norteñas, Naylamp , fue el primero en correr olas en el Perú y, quizás, en toda América. Es bueno aclarar, para evitar posteriores confusiones, que el mencionado personaje no surfeo en una de las sofisticadas tablas que hoy utiliza la supercampeona Sofía Mulanovich , tampoco lo hizo en uno de esos mastodontes hawaianos que, a mediados del siglo pasado, aparecieron la Costa Verde de Lima, rompiéndole el ojo a los curiosos y bañistas de aquel entonces. Sin tabla pero con un portentoso caballito de totora , él surcó las olas del Pacífico. No es un invento, eso dicen las leyendas, eso se ve en las iconografías preincaicas; lo que nadie dice es que Naylamp escogió un excelente lugar para surfear, porque en la costa no

Música de viaje

Música sobre ruedas, a todo volumen, como si estuviera en una fiesta, tonazo, pollada o vacilón y no en un largísimo y agotador viaje interprovincial, acosado por el sueño, vencido por el tedio y casi criogenizado por esa maldita ventana que no cierra, se malogra, se roba en plena puna bajo cero. En el Perú se viaja con música. Eso lo aprendí hace muchos años, cuando no había MP3 o discos compactos, sólo humildes casetes piratas o grabados a lo que salga de las radioemisoras (recuerdan la voz del locutor estropeando el final de la canción); cintas heroicas que, antes de colocarlas en el reproductor, se rebobinaban con la punta de los lapiceros, para evitar que los cabezales se gastaran. En ese entonces, es decir en mis años aurorales como periodista viajero, los chóferes-disjockeys me torturaban con los ¿gallos?, ¿aullidos?, perdón, con las canciones de una intérprete de huaynos, techno-huaynos , folclore moderno o vaya uno a saber que ritmo era ese que escuchaba a todo volumen. La vo

Cañonazos de altura

Colca: el cañón de las mil aventuras Un valle, un río y un cañón –tranquilo, paciencia, ya los verás-. Muchos volcanes y nevados, varios cóndores, centenares de andenes –y te desesperas, bufas, ¡caray, el camino nunca termina!-. Catorce pueblos, muchas plazas, dieciséis iglesias coloniales, –y ya ves casas, calles, campanarios- Te emocionas, vibras, sonríes. El Colca está muy cerca. Y el “bus-carcocha” deja de andar justo cuando ibas a escribir una nueva serie de atractivos – ¿ya dijiste aventura y naturaleza?-. Bajas y te agitas, sí, ya estás en Chivay (3,600 m.s.n.m.), un pueblo que se hace querer, quizás por los trajes coloridamente bordados de sus mujeres, tal vez por la furia apaciguada de los volcanes Hualca-Hualca y Sabancaya. Chivay, a 148 kilómetros de Arequipa, es la capital de la provincia de Caylloma y el principal acceso al Colca, un pedacito ignorado del Perú hasta fines de la década del 20’ del siglo pasado, cuando los aviadores Robert Shipee y George Johnson, hicieron

Nostalgia viajera

Fiesta en Andamarca: Entre la tradición y la aventura Si la memoria no me es ingrata, en agosto de 1996 visité por primera vez el distrito de Carmen Salcedo Andamarca, provincia de Lucanas (Ayacucho). Hoy, por esas cosas de la casualidad, encontré en un viejo disquete –sospechosamente virulento- el artículo que escribí al retornar a Lima. El hallazgo me causó sorpresa y una gran satisfacción, tanta, que he decidido postearla, un poco por nostalgia (es una de mis crónicas viajeras) y otro poco para recordar mis impresiones iniciales de Andamarca, comunidad entrañable a la que espero volver este año, si el apu Aijjamarca y el niño Víctor Poderoso lo permiten. Los indiscretos rayos del sol se posan sobre rostros fatigados y somnolientos...de pronto, una voz anónima y desfalleciente quiebra el silencio del amanecer serrano: ¿cuánto falta? Nadie responde. El ómnibus continúa su marcha desafiante por esa cinta estrecha y polvorienta que es la carretera; enfrenta una curva, otra y otra más,

Arenas de Aventura

Juntito a la Huacachina una mañana te vi, versea la letra de una canción peruanísima. Y si bien su autor no inspiró sus palabras en lo que ahora vamos a describir, estas encajan perfectamente, porque ahora estamos al ladito de la Huacachina, esa laguna milagrosa que resplandece entre las dunas iqueñas y que recibe el ostentoso calificativo de Oasis de América. Tu me miraste de mala gana y yo me muero de amor por ti, continúa la letra de la canción y sus versos –al menos en su primera parte- siguen concordando con este relato; eso sí, advierto que no es un espíritu de plagio, la falta de imaginación o el apuro por postear, el que me lleva a transcribir esas líneas. Lo que ocurre y se los cuento de una vez, es que al enterarme que debía subir paso a paso una de las dunas del oasis, fruncí casi instintivamente el ceño (léase mirar de mala gana), enarque las cejas y vi con cierto encono a los muchachos que estaban a mi lado. Pero hay que subir nomás, porque la diversión está allá arriba. A

Especial Fiestas Patrias II

Tumbes y Piura La Costa del Sol Aproveche el feriado largo y encuéntrese con el mar en las playas del norte. No se arrepentirá... Despiertas. Te desperezas. Miras a tu alrededor. No hay nadie o hay muy pocos. Goce en soledad. Te sientes el dueño del mar y de sus olas, el dueño del mundo. Te levantas. ¿Caminar de nuevo?, no, mejor no, mejor zambullirse en el Pacífico infinito, el Pacífico y sus aguas calientitas, ricas, relajantes. Inolvidables. Veranear todo el año. Sí, también en el invierno, por qué aquí, en Punta Sal y en Zorritos, en Máncora y en Colán, exquisitas playas tumbesinas y piuranas, el calorcito siempre está de moda, siempre es una justificación o una excusa para tomar abrasadores baños de sol en una irresistible hamaca o dejarse acariciar por los vaivenes del mar. Días de relajo a más de mil kilómetros al norte de Lima. Días en los que sus únicas preocupaciones serán decidir en qué playa pernoctar y escoger entre un buen ceviche de conchas negras, una enorme langosta en

Especial Fiestas Patrias

Caballos peruanos de paso Los embajadores silenciosos Pasos de tradición, elegantes y sobrios, simplemente majestuosos; pasos en la costa y en la sierra, en los valles y quebradas, también al ladito del mar o al pie de una montaña. Pasos peruanos, peruanísimos, únicos, antiguos y admirados, aquí y allá, en todo el mundo. Y esta crónica se escribe y debe ser leída paso a paso, bueno, al menos en sentido figurado, porque aquí, de lo que se trata, es de imaginar y reconstruir a través de las palabras y frases, el cuatricentenario andar del Caballo Peruano de Paso, una noble raza o casta equina que es considerada Patrimonio Nacional y Embajador Silencioso del Perú. Ahora cabalgamos hacia el pasado, para descubrir los orígenes de una raza que enorgullece a todo un país por su porte y señorío, su temperamento y vigor, su resistencia y docilidad, y, claro, su trote suave y arrogante, auténtica armonía entre el garbo y el movimiento. Todas estas razones lo convierten en el mejor caballo de sil

A brindar con masato

No es una insinuación, tampoco la expresión de un deseo velado de continuar con los festejos por el primer aniversario de Explorando Perú . En realidad es pura coincidencia, una de esas casualidades de la vida que nunca faltan la que me hace publicar este post, con la fotografía de una mujer asháninka de la comunidad de Coriteni Tarzo (provincia de Satipo, Junín), en plena faena de preparación del tradicional masato , la bebida infaltable en el verdor amazónico. A puro punche y con gran esfuerzo, el ollón con varios kilos de yuca y camote sancochado es molido, triturado, convertido en masa pastosa con un remo "disfrazado" de cucharón. El procedimiento es más que agotador y la señora lo realiza en silencio, totalmente concentrada y sin mirar a los curiosos que pululan por su minúscula comunidad, perdida en el exuberente follaje que tapiza las orillas del río Tambo. En la selva se masatea de día y de noche, cuando hay fiesta o hace calor, cuando llega un visitante o se van los

Explorando de Fiesta...

Hay viajes que se inician sin pensarlo mucho. Sin tener un mapa de la ruta y sin saber muy bien lo que se encontrará en el destino elegido. En esas travesías inesperadas se valoran los pálpitos, entonces, uno se deja guiar por las corazonadas y saborea la ansiedad de conocer o descubrir un lugar maravillosamente impensado. Hace un año, inicié uno de esos periplos sin rumbo ni itinerario definido. Lo decidí de un momento a otro, sin tener muy en claro lo que haría en la ruta. Sí, todo comenzó por la insistencia de Sandro Medina Tovar, amigo y colega que me convenció -o ¿obligó?- a subirme al viaje de palabras e imágenes de los weblogs. En un par de minutos y casi sin darme cuenta, Sandro me había convertido en un blogger. Al fin tenía una ventana propia para contar mis historias y anécdotas de periodista andariego; un espacio en el que podría publicar mis vivencias con absoluta libertad, sin esperar la aprobación o los tijeretazos de algún sesudo editor. En aquel momento de partida, cu

Clic de la Semana

Una niña de la comunidad nativa de Coriteni Tarzo, provincia de Satipo (Junín), se desentiende de sus deberes escolares, para darle una miradita de seria ternura al lente viajero de Explorando Perú. A pesar de las carencias y la inadecuada infraestructura, en la única aula del Centro Educativo Estatal 31823, el experimentado profesor Leonidas Portero Sergio -"tengo 25 años de experiencia, amigo"-, enseña las primeras letras en ashaninka y en español, a sus alumnos de siempre y a los visitantes inesperados que por esa cosas de la aventura, armaron sus carpas en las orillas amazónicas del río Tambo. Y mientras la niña vuelve a sus cuadernos, su maestro me explica en tono pausado y rutinario que en el idioma ashaninka no existe la "U" -para alegría de los aliancistas-; luego anuncia la llegada del recreo y los pequeños alumnos -descalzos, tímidos, movedizos- juguetean en el monte, desvisten un árbol cargado de naranjas o se dan una escapadita a sus casas, siempre rústi