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Mostrando las entradas de septiembre, 2006

Clic de la Semana

Hay quienes dicen –quizás con ingenuidad, tal vez con excesivo entusiasmo- que Dios es peruano. Ellos tendrán sus razones para decirlo. A mí, particularmente, no me consta y para ser sincero, tengo grandes dudas sobre la nacionalidad y otros asuntos relacionados al todopoderoso… pero dichas incertidumbres no vienen al caso. En fin, no sé si Dios es peruano; lo que si sé y de eso estoy segurísimo, es que aquí –en el Perú- abundan los diablos, como el festivo y tentador sajra paucartambino que aparece en este clic que alguna vez fue semanal y que ahora más bien sale cuando quiere, a la usanza del ya casi mítico tren macho . Los diablos nacionales –al menos los que conozco y he visto directamente- son endemoniadamente bailarines y suelen escaparse del averno en las fiestas patronales, como ocurre en Paucartambo (Cusco), donde los sajras, con sus máscaras de espanto y sus trajes brillantes y estrafalarios, no se pierden ningún detalle de las celebraciones en honor a la Virgen del Carmen .

Anécdotas del camino

Relatos de viajes azarosos (parte I)… ...aunque nadie sabe, ni siquiera el autor de este blog, si habrá una segunda parte, porque como dice el dicho popular, las segundas partes nunca fueron buenas. Así es el Perú, verseó una sombra en tono de excusa, como si la mención del nombre patrio fuera un bálsamo capaz de aplacar la naciente incomodidad, el fastidio, las ganas casi incontenibles de decir hasta aquí nomás llego compadrito y el deseo apremiante de dar la media vuelta y largarse de una buena vez, tirando un portazo que le añadiera un efecto entre dramático y teatral a la retirada. Pero todo eso era imposible por varias razones prácticas, como la inexistencia de una puerta que se pudiera tirar con artístico encono o la falta del espacio mínimo indispensable para dar la media vuelta; entonces, lo mejor era quedarse calladito, economizar palabras y creer –o tratar de creer- que aquel hombre ensombrecido tenía razón y que el Perú era así, pues, desde siempre y para siempre. Amén. No

Clic de la Semana

El desborde de la arena y la sarna galopante del óxido, "secuestran" a una señal de tránsito en Cangrejos (provincia de Paita, Piura), un balneario popular, inquieto y concurridísimo en el verano, que se viste de nostalgia y soledad cuando el radiante sol norteño aminora la contundencia de sus rayos. Prohibido estacionar, se lee entre las manchas del óxido... pero no hay nadie con auto ni siquiera un alma montada en bicicleta; sí, todo es arena, arena invasora en la vereda con pretensiones de boulevard, en la pista de asfalto agujereado, también en las casas de playa, ahora abandonadas, sombrías, fantasmales. En el verano (diciembre a marzo) la situación cambia. La playa se llena de animación y la arena es "desalojada" de las áreas urbanas; entonces, la señal vuelve a prohibir y recupera su poder y se escapa del abandono, como el boulevard y las casas fantasmales. Ya no hay óxido ni olvido, sólo risas y cuerpos bronceados. Así es la vida en Cangrejos.