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Mostrando las entradas de mayo, 2009

Mujer fatal...

Tú no estabas aquí la primera vez que vine. No soy tan desmemoriado ni ha pasado tanto tiempo. Además, sería difícil que pudiera olvidarme de una imagen como la tuya. Y no es que seas preciosa, tentadora o deslumbrante. Tu belleza, si es que la tienes, es más que discutible. Pero esa no es tu culpa, total, eres la obra de un creador sin demasiadas luces, de un autor que no debería ser anónimo, para decirle con nombre propio unas cuantas o muchas verdades. Sabes, no deberías estar aquí pero lo estás. Seguro ya son varios años y quizas por falta de presupuesto o, tal vez solo por desidia, nadie, absolutamente nadie ha querido o podido borrarte. O será que tu existencia es un mal irreversible. Un tatuaje imborrable en la piel de adobe del Palacio Inca de Tambo Colorado (Humay, Pisco). Lamento decírtelo, pero eres una afrenta contra el patrimonio arqueológico y una evidencia clara y dolorosa de la ignorancia supina de algunos ¿ciudadanos?. Y es que tus trazos de insinuante mujer fatal no

Verón y Riquelme en Lampa

L a primera vez que estuve en Lampa conocí a Verón. No recuerdo la circunstancia del encuentro ni como se inició la conversación. Quizás fue en la plaza Grau con sus queñuales o en el atrio de la fabulosa iglesia de Santiago Apóstol; tal vez en las afueras de la casa que habitó el libertador Simón Bolívar o en ese patio colonial en el que los principales de la ciudad se divertían jugando a la oca. Sea donde fuere, Verón se unió a nuestro grupo y empezó a mostrarnos su tierra y a contarnos su vida. Si la memoria no me falla, nuestro guía espontáneo mencionó que era torero. También nos dijo que Lampa era la “Ciudad Rosada”, apelativo que no merecía mayor explicación. Bastaba con echarle un vistazo al color de las fachadas para comprenderlo todo. Luego nos habló de las “7 maravillas”, punto que sí mereció un profundo esclarecimiento porque varias de esas maravillas no eran tan maravillosas como uno podría pensar. Por el contrario, la lista incluía algunos lugares de irónico atractivo, co

Visiones del Titicaca...

Titicaca, una vez más. Sol, altura, viento, frío nocturno. Aguas azules, brillantes, resplandecientes, a veces mansas, otras encrespadas... furibundas. Lago sagrado, legendario, pletórico de historia y cultura. Vestigios prehispánicos, pueblos antiguos en un espacio geográfico compartido, binacional, peruano y boliviano. Retorno a Taquile. Sus arcos de piedra, sus escaleras y caminos, sus hombres tejedores, su paisaje impactante. Descubrir Titilaka. Bahía de Chucuito, otra visión del lago: sembríos, una playa, un hotel encantador, muchos totorales y un pequeño islote. Aventurarte hasta Anapia. Lancha colectivo. Dos horas de viaje entre cajas de cerveza y bultos de todo tipo. Ver la cordillera Real de los Andes, navegar entre islas bolivianas y peruanas. Llegar a una isla pequeña, silenciosa, solidaria. Aquí no hay hoteles ni restaurantes. Sólo casas hospedajes, casas familiares donde siente calor de hogar, donde se aprende y comparten experiencias. Salir al campo, sembrar o cosechar,

Clic de la semana

Dos viajeros detienen su andar para contemplar y sentirse pequeños al lado de una de las enormes puyas Raimondi, que se yerguen imponentes a la vera del camino sin asfalto que une Lampa con Tinajani (región Puno) Consideradas como las inflorescencias más grande del mundo, las titancas adultas -así también son llamadas- superan fácilmente los 10 metros de altura, mientras que s u ciclo de vida bordea los 100 años. Enormes, singulares y pintorescas, las puyas sólo florecen al final de su existencia . Al estar cerca a ellas, sólo queda levantar los ojos -acaso con respeto, tal vez con fascinación- para apreciar su magnificencia y grandeza, como lo hicimos en Lampa, como lo hicimos otras veces en el parque nacional Huascarán (Ancash) o en el bosque de Titancayoc (Ayacucho).