Niño Manuelito regálame muchos viajes pero haz que siempre vuelva a casa sano y salvo. Lo demás corre por mi cuenta. No te pido mucho... sólo que me libres de los choferes sin brevetes y sin experiencia, de los conductores cansados o demasiado achispados que pestañean en la noche o después de almorzar, de los que pisan con entusiasmo el acelerador y rebasan camiones en las curvas cerradas, de los que se detienen a recoger pasajeros en la mitad de la vía, sin orillarse ni salirse del carril. Sé que puedes alejarme de los buses sin frenos y con llantas a punto de reventarse, de las carcochas sin luces para la niebla y de las que se malogran en las curvas o subiendo una pendiente. Sálvame de las empresas piratas que carecen de permiso de circulación, de los policías que se hacen de la vista gorda o quedan cegados por el brillo de unos cuantos soles. También de los inspectores de tolerancia cero que al final lo toleran todo, de los viajeros inconscientes que siempre exigen ir más rápido, d...