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Mostrando las entradas de diciembre, 2005

Clic de la Semana

Llegó el verano y las miradas se dirigen al mar y sus playas primorosas, al mar y sus caletas de encanto que embellecen todos los rincones de la costa peruana, desde el caluroso Tumbes (en la frontera con Ecuador) hasta la patriótica Tacna (al ladito de Chile). Sol y mar, arena fina, correr olas, mirar chicas en bikini (bueno, ya, no sé molesten, estimadas lectoras, también muchachotes fornidos), una cervecita helada, un cevichito de pescado, mixto o de conchas negras, el infaltable fulbito playero, noches de campamentos y romances, son algunas de las diversiones veraniegas que hacen olvidar la grisura del invierno. Prepare el protector solar y busque la frescura costeña. En esta ocasión Explorando Perú le recomienda un chapuzón inolvidable en la caleta El Ñuro, en el distrito de Los Órganos (provincia de Talara, Piura), un espacio mágico, de gente amable y aguas tibiecitas. No se arrepentirá. *Pinche aquí y sumérjase en una crónica playera

Vuelve el Clic de la Semana

De líneas más deportivas que un Ferrari y con mas tracción que una 4x4, los poderosos piajenos (burros), siguen devorando kilómetros de asfalto y tierras desérticas, en los pueblos y comunidades de la calurosa región Piura. Económicos, silenciosos, sin emisiones de monóxido de carbono y con rebuznos en vez de bocinazos, los piajenos piruanos halan, desde hace muchísimo tiempo, carretas cargadas de productos del campo o pequeñas cisternas. Su pintoresca presencia se ha convertido en una estampa clásica de piura. Sin duda, siempre es mejor viajar en "piajeno" que en "piepropio" y a falta de un moderno convertible, no está nada mal pasearse en un infatigable burrito.

Imágenes del Recuerdo

Nudos y Pasos para Recordar es el nombre de la exposición fotográfica que se inaugura hoy en la Gran Sala Temporal del museo de La Nación de Lima. La muestra de 70 imágenes retrata los momentos más emotivos de la Caminata por la Paz y la Solidaridad , la gran cruzada en memoria de las víctimas de la violencia política que ensangrentó al Perú, en las décadas finales del siglo pasado. Desde el 1ro de mayo hasta el 25 de agosto, cuatro jóvenes “chasquis de la paz” (Felipe Varela Travesí, Aydeé Soto Quispe, Nilo Niño de Guzmán Velásquez y Abel Simeón Solís), unieron el país con sus pasos a través del histórico Qhapaq Ñan (Camino Inca). La travesía se inició en Ayabaca (Piura) en la frontera con el Ecuador y culminó en Desaguadero (Puno). Los chasquis modernos recorrieron 2,350 kilómetros, difundiendo un mensaje de solidaridad y levantando las banderas de las justas reparaciones, para los familiares de las 69,280 víctimas del conflicto interno, según la Comisión de la Verdad y Reconciliaci

De la puna al mar: relatos del camino (Final)

Bitácora de Viaje. Día 5 en la ruta del Chasqui, el Cóndor y el Guanaco. Hora: 1 de la tarde. "El camino no termina aquí. Sólo es una parada momentánea, una pausa andariega, un final que representa, en cierta forma, un nuevo principio para todos, una promesa de aventuras venideras por rutas ignotas, senderos inciertos y pueblos olvidados, dolientes, donde el progreso es una esperanza marchita y vacía, un sueño convertido en rutinaria pesadilla... ...Hemos llegado a San Fernando, el objetivo final de una ruta inédita que comenzó en Galeras, la pampa inacabable en la que reinan las vicuñas. Hoy estamos en el mar, cansados, sudorosos, con sueño y algo de hambre, pero todo se olvida ante las olas inquietas o al oír los gritos penetrantes de los lobos marinos o al ver el vuelo a plenitud de un par de cóndores, el ave carroñera más grande del planeta... ...Pero queremos ver más y nuestros ojos buscan al guanaco, el otro "huésped" andino que ha encotrado refugio en este rincón

De la puna al mar: relatos del camino (IV)

Bitácora de Viaje. Día 4 en la ruta del Chasqui, el Cóndor y el Guanaco. Hora: 4 la la tarde. "Contemplo el mar, admiro sus olas enjundiosas y siento la brisa del Pacífico en mi rostro agrietado por el viento seco de la puna, entonces, me doy cuenta que ya falta muy poco, que la aventura agoniza y que la rutina urbana es una amenaza latente, un monstruo cercano, temible, devorador y gris. Melancólico... ...Estoy frente al mar de Marcona y sus acantilados y sus piedras con formas de animales. A mis espaldas está el desierto y sus arenas convertidas en playa, también las casas tapiadas de los trabajadores despedidos de Shougan Hierro Perú, el centro minero que "gobierna" e impone su ley en estas tierras, cercenando sueños, esperanzas e ilusiones con su omnipresencia y sus intimidantes carteles que anuncian su "propiedad privada" y sus "órdenes de disparar"... ...Mejor no voltear, mejor mirar el mar inmenso, libre, sin carteles y amenazas, sin hombrecito

De la puna al mar: relatos del camino (III)

Bitácora de Viaje. Día 3 en la ruta del Chasqui, el Cóndor y el Guanaco. Hora: 12 del mediodía. "No pienso dar un paso más. Estoy cansado, tengo ampollas, no hay agua y sólo he comido un pedacito de chocolate y un par de cucharadas de atún. Ya ni caramelos tengo. La situación es complicada... ...Mi mochila me sirve de almohada y de colchón. Quiero dormir y olvidarme del camino y sus parajes desérticos; el camino y sus estrecheces equilibristas; el camino y sus declives aterradores, pero es imposible, las voces de Felipe y Job -exigentes, fastidiosas, caray, me sacan de quicio- destrozan mis esperanzas, me recuerdan que debemos continuar y que aún falta un trecho largo hasta la mina Los Incas y sus camiones contaminantes que nos llevarán a Nasca... ...Debí acompañar a Efraín, me increpo, reniego, gasto mis últimas fuerzas al recordar a nuestro compañero que la noche anterior decidió volver a a Nasca en un camión entre milagroso y fantasmal, aparecido en Cañaypampa, nuestro lugar de

De la puna al mar: relatos del camino (II)

Bitácora de Viaje. Día 2 en la ruta del Chasqui, el Cóndor y el Guanaco. Hora: 7 de la mañana. "Amanece temprano en Iliacancha, el minúsculo caserío ayacuchano en el que pasamos la noche. Hoy el sol será nuestro guía y eso me preocupa. Temo que sus rayos calurosos calcinen mis reservas de energía. Guardo silencio. No expreso mi temor a los compañeros... ...Desayunamos de prisa (galleta, atún y sopa de sobre, ¿una delicia verdad?) y levantamos un campamento en el que no hay mucho por levantar (me pregunto si debo escribir que deje las varillas de la carpa en Lima)... Autocensura, pienso, mientras reacomodo mi mochila, pesada, odiosa, torturadora. Me encantaría dejarla. Es imposible. ...Antes de partir nos despedimos de la familia de Edgar Cantoral, quien nos permitió pernoctar en su corral. "Son los primeros visitantes que llegan a mi tierra", nos había dicho la noche anterior, mientras compartíamos un reconfortante caldo de cordero en su penumbrosa casita de adobe. Me si

De la puna al mar: relatos del camino

Bitácora de Viaje. Día 1 en la ruta del Chasqui, el Cóndor y el Guanaco. Hora: 11 y 30 de la mañana. "Estoy perdido. No veo a mis compañeros, han sido tragados por la pampa inconmensurable. Grito, el eco alarga la agonía de mi voz. Nadie responde. Dónde estarán, me pregunto mientras peleo con un camino que no existe en pampas Galeras, la colosal reserva de vicuñas en las alturas de Lucanas, en Ayacucho... ...No sé que hacer. Me detengo, miro a todos lados. No hay nadie, ni un alma, ni un ruido, solo el rumor impetuoso del viento que pretende intimidarme con sus intensos soplidos. Hacia adonde ir. Esperar o buscar, dejar la mochila, correr, inventar un sendero, trepar las lomas y otear el horizonte en búsqueda de mis desaparecidos socios de aventuras, de mis cómplices en el desafio inédito de cruzar las alturas de Galeras para llegar a la bahía de San Fernando (Marcona), en una travesía de cuatro días de infatigable andar... ...Escucho mi nombre y el tronar del pututo de Felipe Va

Breve Reporte Aventurero

Estoy en Nazca. Hace calor y el cansancio apenas si me permite escribir estas palabras. He caminado durante tres días desde Pampa Galeras hasta la Mina del Inca (Ayacucho). Mañana iré a la bahía de San Fernando, en Marcona (Ica), donde terminará el sorprendente periplo. Tengo tanto que decir, hay tanto por contar y describir, tanto personajes por citar, gente de corazón abierto que nos brindo su hogar para pasar la noche, que compartió con nosotros lo poco que tiene: un puñado de mote, unas papitas sancochadas, un caldito caluroso y reponedor. Las imágenes están claras en mi mente y confieso que mis ojos se humedecen al recordarlo y es que el Perú nunca deja de sorprenderme, de enternercerme con el gesto afable y desprendido de sus hijos, mis hermanos, quienes siempre tienen algo que ofrecer: una sonrisa, una palabra de apoyo, un gesto de aliento... Ese es el Perú que conmueve, el Perú que te llena de esperanza, el Perú que queremos descubrir en cada uno de nuestros pasos... Tengo que