La silueta de un iglesia colonial despunta tras los enormes muros incásicos del templo de Wiracocha, en Raqchi (Cusco), evidenciando, en cierta forma, la raíces del Perú actual, una nación que -para bien o para mal- se sustenta o debería sustentarse, en su riqueza y diversidad cultural.
Se dice que el Perú es un país de todas las sangres y que aquí el que no tiene de "inga tiene de mandinga"; sin embargo, nunca faltan los necios que pretenden soslayar o miran con desdén esa pluralidad de culturas y sentires, entendiéndola como un obstáculo en el camino del desarrollo y la integración, en vez de enfocarla como una fortaleza y un signo de orgullo frente a otras naciones.
En Raqchi, como en otras partes del Cusco, es evidente la coexistencia de los andino y lo occidental. Es parte de su encanto más allá de las opiniones que se puedan tener sobre la invasión o conquista española -me inclino por el primer término- y el posterior periodo colonial.
Nos guste o no, lo ocurrido en el pasado no puede cambiarse. Se debe ser crítico y hasta rebelde, pero esta crítica y rebeldía tiene que ser herramienta de cambio y servir para escribir una historia diferente, con menos injusticia y pobreza, sin excluidos y sin corrupción, sin odio y sin violencia entre los propios peruanos.
Se dice que el Perú es un país de todas las sangres y que aquí el que no tiene de "inga tiene de mandinga"; sin embargo, nunca faltan los necios que pretenden soslayar o miran con desdén esa pluralidad de culturas y sentires, entendiéndola como un obstáculo en el camino del desarrollo y la integración, en vez de enfocarla como una fortaleza y un signo de orgullo frente a otras naciones.
En Raqchi, como en otras partes del Cusco, es evidente la coexistencia de los andino y lo occidental. Es parte de su encanto más allá de las opiniones que se puedan tener sobre la invasión o conquista española -me inclino por el primer término- y el posterior periodo colonial.
Nos guste o no, lo ocurrido en el pasado no puede cambiarse. Se debe ser crítico y hasta rebelde, pero esta crítica y rebeldía tiene que ser herramienta de cambio y servir para escribir una historia diferente, con menos injusticia y pobreza, sin excluidos y sin corrupción, sin odio y sin violencia entre los propios peruanos.
Comentarios
La pluralidad es innegable, pero siempre hay gente que quiere tapar el sol con un dedo. Eso es lo lamentable.
Saludos,
Hay muchas características de las antiguas sociedades andinas, amazónicas y costeñas del antiguo Perú, que nos deberían servir de ejemplo.
Saludos,
Voy a darle un vistazo.