Volví. Sólo traje recuerdos y fotos, también un libro. Parece poco o casi nada, pero es más que suficiente, al menos para un viajero cuya única pretensión es la de descubrir y conocer.
Por ahora no le pido más a los caminos. Me conformó con estar en ellos, yendo y viniendo, atesorando añoranzas, sembrando amistades, cosechando sonrisas, como ocurrió en Huamachuco, la capital de la provincia Sánchez Carrión, un rinconcito inspirador de la sierra liberteña.
Volví pero no sé por cuanto tiempo. Volví pero anhelo retornar pronto al camino. Cerca o lejos, al norte o al sur. No lo sé. Por ahora, es mejor pensar que sigo en Huamachuco...
Por ahora no le pido más a los caminos. Me conformó con estar en ellos, yendo y viniendo, atesorando añoranzas, sembrando amistades, cosechando sonrisas, como ocurrió en Huamachuco, la capital de la provincia Sánchez Carrión, un rinconcito inspirador de la sierra liberteña.
Volví pero no sé por cuanto tiempo. Volví pero anhelo retornar pronto al camino. Cerca o lejos, al norte o al sur. No lo sé. Por ahora, es mejor pensar que sigo en Huamachuco...
Comentarios
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