No estoy en la iglesia ni nada parecido, pero hoy tengo que admitir que por mi culpa, mi gran culpa, mi grandísima culpa, Explorando Perú, en general, y el Clic de la Semana, en particular, han permanecido en estado de hibernación o de coma, en fin, casi casi agonizante.
Hoy, inspirado por un propósito de enmienda (juro por Diosito que no estoy saliendo de ningún oficio religioso) he decidido rescatar al emblemático clic, con esta imagen de la roja y blanca flameando en los techos de varias canoas en el río Madre de Dios.
Desde niño se nos inculca el respeto por la enseña patria. "Es la bandera del Perú, de blanco y rojo color, cual llamarada de amor", aprendí a cantar en la escuela. Lo hice tan bien que hasta ahora la recuerdo, como recuerdo además, la historia de Alfonso Ugarte quien, según mis maestros, prefirió lanzarse a la muerte, antes que dejarla caer en manos del ejército enemigo.
Nunca creí mucho en ese suceso. Verdad o mentira. Me da lo mismo. Lo único importante es que la bandera siga flameando orgullosa y libre en todo el país. Por eso no hay que bajar la cabeza ni tener temor. Lamentablemente, el presidente parece pensar lo contrario y, hace pocos días, expreso su miedo ante las represalías que Chile podría tomar, si "cometemos el pecado" de no venderle gas natural.
No hay duda, él si ha olvidado la canción escolar, la historia de Alfonso Ugarte y, para colmo, parece que no está dispuesto a quemar el último cartucho, como dicen que hizo Bolognesi; más bien da la impresión que el presidente quiere arriar la bandera. Eso sólo lo hacen los traidores. Dios nos coja confesados... caray, otra vez lo religioso.
Comentarios