Ir al contenido principal

Qué buenas conchas

Lejos de Mistura y sus colas interminables, cerca del mar y de sus olas seductoras, entre la Panamericana Norte y la playa de Máncora, en pleno Malecón que une el asfalto con el océano, el señor Hermes, el talareño Hermes, el cocinero Hermes, prepara con vertiginosa destreza y envidiable sazón, sendos y portentosos ceviches de conchas negras.

Parapetado tras un carretillón con apariencia de tanque y con montones de conchas sin abrir, limones con todo su jugo y cebollas a la espera de ser picaditas, el experto cevichero aguarda con paciencia a sus potenciales comensales: turistas, mochileros, surfistas, rastras, serenos y parejitas de enamorados, esposos y hasta de amantes.

"De todo cae por aquí", dice el talareño mientras sazona las conchas, luego de abrirlas certeramente con una especie de guillotina. "Ya va a probar, no se desespere", tranquiliza a su futuro comensal, que llegó mascando sus angustias y su hambre, luego de terminar un mísero menú que se le quedó en el diente.

Un rículo platito de ceviche. Poca cebolla, menos pescado. Un chaufa de mariscos que estaba en algo aunque que no llegó a ser contundente. Ocho luquitas al agua, malgastadas en un restauracinto de buena pinta pero de escasa sabrosura, a solo unos metros de la carretilla salvadora de Hermes, quien a punta de cevichazos, ha ido conociendo y trabajando en varias ciudades del país.


Ahora está en Máncora, cerquita a su tierra natal, contentado paladares conocedores y otros que recién descubren la seducción de ceviche de conchas negras, con su canchita serrana, su rocoto picantito, su cebolla menudita y la irremplazable acidez del limón norteño.

Y con su chifle de cortesía, se promociona Hermes al terminar su obra y antes de agasajarse con una refrescante cervecita negra, jamás rubia, como la suelen pedir quienes llegan a su carretilla tanque, a sus mesas de plástico, a su local al aire libre entre la carretera y el mar, en pleno malecón turístico y, sobre todo, lejos de Mistura y sus colas interminables.

Comentarios

¡Buen post...! Y que vengan más crónicas gastronómicas...

Saludos!
Explorando es más de comer que de escribir sobre comida, pero de vez en cuando no hace daño publicar algo sobre el tema.
Bien Rolly! Tan bien lo describes que se me antojo comer mi primer cebiche;)

Saludos
Ceviche vegetariano?...

Saludos,

r.v.ch.
Unknown dijo…
Que buen post!!...hablando de conchas, les muestro este videito e playa muy bueno!!...saludos!
http://www.youtube.com/watch?v=cVAsGt3IqQY
Anónimo dijo…
Después de leer esta crónica y ver la foto, què rico un ceviche de conchas con su cerveza negra. Bien, Rolly. A ver si escribes una de la causa, otro de los platos tradicionales.

Entradas más populares de este blog

Fiesta en Andamarca

Yaku Raimi Cuando las aguas están de Fiesta Texto: Rolly Valdiva Chávez Del polvo del archivo rescatamos una crónica sobre la fiesta del agua en Andamarca, que publicamos originalmente en septiembre de 1999 en La Última Página del diario oficial El Peruano. El texto rescata las costumbres de una celebración que se mantiene vigente en esta pequeña comunidad ayacuchana, conocida como la "capital de los Rucanas" (un aguerrido pueblo preincaico) y la "ciudad de los andenes", por la proliferación de terrezas cultivables esculpidas en los cerros por los ingenieros andinos. Al publicar esta nota, Explorando Perú quiere brindar un homenaje a los esforzados comuneros andamarquinos, quienes hasta en las épocas de mayor violencia política, siguieron respetando sus viejas costumbres, perpetuando una tradición de siglos. Fiesta de comuneros. Revolotear de trenzas y polle­ras. Oleadas de chicha de jora y calentito. Zapateo interminable. Pueblo con­quistado por un batallón de mági

Oxamarca: una historia entre la niebla

Explorando sale del letargo o de su agonía -usted escoja el término que más le guste- con esta crónica en la que el autor relata su visita a Chocta, un complejo arqueológico del distrito de Oxamarca (Celendín, Cajamarca) que está cubierto por las brumas del olvido y la indiferencia. Estamos de vuelta, una vez más. Pasará . Es difícil saber si lo dicen por convicción o si se trata tan solo de un amistoso engaño, de esos que suelen acompañarse con una sonrisa condescendiente y un par de palmaditas en el hombro, aunque en este momento de niebla y frío, de lluvia indecisa y sol opaco, nadie se acerca con ansias de brindar consuelo; entonces, surge la duda: y si ellos realmente lo creen. Esperar . Es lo único que queda. Tal vez, como afirman los que nacieron aquí, el mal momento pasará, más temprano que tarde pasará, entonces, todo será igual que en las jornadas anteriores -despejadas, brillantes, luminosas-, ideales para descubrir, tras las espinosas marañas del verdor, los mur

Homenaje a la mujer peruana

Corajudas, trabajadoras, bondadosas, sonrientes, también sabias. La mujer peruana, esté donde esté, demuestra su valía y entereza a pesar de las carencias económicas de su entorno social,la desigualdad secular y la prepotencia de algunos "hombres" de ideas cavernarias . Mujer campesina, mujer madre, mujer luchadora que alza su voz para protestar, como lo hicieron estas comuneras cusqueñas que, portando banderas blancas, pidieron justicia y reparación para las víctimas de la violencia terrorista en la antigua capital del Tawantinsuyo, durante la Caminata por la Paz y la Solidaridad, travesía que recorrió los antiguos caminos del inca el año pasado. Pilares y baluartes de las familias urbanas y rurales, la mujer andina, costeña y amazónica -a pesar de las dificultades y la discriminación de género- se gana a pulso su espacio en la sociedad. Con estas sencillas líneas e imágenes, Explorando saluda y felicita a las mamachas y niñachas de todo el Perú, en el día Internacional de