Esta vez en Explorando nos olvidamos de las palabras o, dicho de otra manera, las mandamos a volar, para andar más a tono con las imágenes que hoy publicamos.
Eso sí, esperamos que sea verdad aquello de que una foto vale más que mil palabras. De esa manera, mis estimados lectores tendrán bastante para leer (o imaginar) en este post.
Y así como he mandado a volar a las palabras, me atrevo a pedirles a ustedes que desplieguen las alas de su imaginación por un instante y vuelen por los cielos de Tambopata (Madre de Dios), sintiendo el calor de la selva y contemplando con ojos de pájaro la espesura del bosque, el furor impetuoso de los ríos, el estallido de diversidad de la Amazonía peruana.
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