El violinista de los Andes
Antes cada violinista sabía como dos mil tonadas, cambiaban de una a otra. No se repetían. ¿Ellos cómo sabían?, ¿de dónde sacaban tanta tonadas?, se pregunta Máximo Damián Huamaní, en la mañana sombría en la que el viejo maestro habla sobre su música sin pentagramas, su amistad con el célebre José María Arguedas y su molestia por la pérdida de muchas costumbres.
-Y dígame ¿de dónde la sacaban, don Máximo?
Eso estoy diciendo yo, salen de acá (don Máximo se toca el pecho a la altura del corazón)
-¿Sólo del corazón o de todo lo que uno escucha en el campo?
De acá sale (ahora se toca la cabeza y el corazón). Nosotros vamos escuchando a los pajaritos, escuchando cataratas, ríos y de ahí nomás sale, de ahí nomás tocamos sin pentagrama, sin nada, de oído, todo oído.
-En entrevistas anteriores, usted decía que hay gente que llora con su música.
Sí, gente un poco antigua, escuchar su recuerdo antiguo que están tocando, entonces comienza a llorar.
-¿Y usted alguna vez ha llorado al tocar?
No, yo toco nomás. Cuando me pegaban mi papá o mi mamá lloraba, pero no al tocar.
-¿Usted ya se siente cansado de tocar el violín?, ¿hasta cuándo seguirá haciéndolo?
No, si me gusta. Hasta 200 años. Sin el violín mi vida sería otra cosa. Violín nomás me gusta.
-¿De niño usted pensaba que se haría conocido tocando el violín?
No pensaba. Tocaba nomás. Tocaba en la sierra. Después vine a Lima, tocando también coliseo, después me encontré con José María Arguedas, ahí ya lo invito para fiesta costumbrista para que vea con la gente.
Él iba todos los domingos a varios coliseos, iba, cuando ya desapareció eso ya no iba, sólo a fiestas costumbristas, a tal pueblo, a tal pueblo.
Cuando el tenía reunión cualquiera, ahí también estoy yo, en su casa o otra casa.
-¿Extraña al señor José María?
Sí, siempre iba a verlo al cementerio, pero ahora lo han llevado a Andahuaylas. Lo visitaba, le iba a tocar, a él le gustaban huaynos, danzantes, varios costumbristas ha visto. Yo le he enseñado bastantes pueblos cuando iba a tocar. Conoce todas las costumbres de provincia Lucanas, el señor Arguedas.
-¿Para quién toca usted?
Yo toco para las comunidades, para todos los pueblos, para toda provincia de Lucanas, para el exterior, para todos pe’s.
-¿Cuándo toca en el exterior cómo lo recibe la gente?
Bastante me quieren el exterior. Más que acá. Algunos extranjeros lloran cuando toco algo triste y no sé como entienden.
-¿Qué tan importante es la música dentro de la danza de tijeras?
Danzante tijeras tiene que llevar violín y arpista. Los violinistas tienen que sacar tono, arpa sigue, danzante sigue.
-¿La música le marca el ritmo al danzante?
Comienza violín, después arpa, todo de oído. Violín tiene que cambiar, sin mirar, él sabe ya, todo oído, danzante también oído nomás.
-¿Por qué la gente en las comunidades no aplaude a los danzantes?
Así es, pues. Es costumbre. Nunca aplaude aunque sea el mejor, nada. Solamente adentro alaba, es bueno y ya están mirando para contratar para otra fiesta. Escogen ahí nomás. Acá en Lima nomás me aplauden, allá no aplauden; pero ahora jóvenes ya están empezando a aplaudir (en los pueblos), tanto que van de acá.
-¿A usted le sigue gustando la danza?
No me gusta tanto ya, cuando voy a la fiesta ya no lo veo. Ya no es como antes. Ni siquiera para copiar.
-Usted acompañó a muchos danzantes ¿desde qué año lo hizo?
Desde el año 50 hasta ahorita, pues. Acompaño a danzantes que en la sierra han aprendido y viven acá, como Basilio Pichigua, Carlos Medina Flores, entre otros.
-¿Qué es lo más impresionante que usted ha visto en la danza de tijeras?
En la sierra he visto cosas lindas. Acá en Lima las acrobacias que están haciendo cualquiera lo hace. Allá en la sierra, baile, baile nada más.
-Las pruebas de comer sapos vivos, clavarse espinas o comer vidrios, ¿son nuevas o siempre se han hecho?
Siempre se ha hecho, eso es el contrato de diablo, los que hacen contrato son los que hacen este tipo de pruebas.
-¿Un danzante es un personaje especial dentro de la comunidad?
Es un comunero, siempre está como comunero, él también está pasando cargo y trayendo a otro danzante, también, al mejor danzante para hacerlo bailar para él. Pasa cargo, va a faena, se junta con el cabildo. Todo va. Es normal, sólo cuando hay contrato es distinto.
-¿Qué pueblos son los mejores para ver danza de tijeras?
La gente exigente para hacer bailar, hay un pueblo que se llama Andamarca (Lucanas), Huacaca en Parinacochas, no te dejan ni dormir, tienes que bailar, tiene que bailar todo el día, aunque estés enfermo, tienes que bailar, para eso hacen la fiesta
-Y si uno no baila… ¿qué pasa?
No pagan.
-O ¿te sacan del pueblo?
Ja ja ja, ahí todo lo ven plata. No te pagan.
-¿Si yo llevo muchas veces al mismo danzante, la gente comienza a reclamar?
La gente siempre insulta, habla. Habrás traído con cebada, trigo, así nomás. No has pagado.
-¿Hay diferencia entre la danza de Huancavelica y la que se baila en Ayacucho?
Huancavelica ha copiado la vestimenta de Ayacucho. Ellos tienen más que tres música nomás, ahora tienen como Ayacucho, como Ayacucho ya están tocando bastante, ya. Se han copiado.
Pasos es diferente de Huancavelica. Música también, yo he ido cuando estaba más chico y era distinto, distinto. Ahora igualito de Ayacucho, vestimenta, algunas músicas están metiendo de Ayacucho. Únicamente diferente es su tijera, que tocan alto, nada más. La ropa es de Ayacucho.
-¿Tiene miedo que las costumbres se pierdan?
Ya está perdido ya, mucho se ha perdido. No debe ser eso. La música se pierde también, huayno ya no es huayno. Todo lo que tocan es otra cosa. Eso me molesta.
Comentarios
hijo de un maestro tocando violin
solo qisiera aclarar... si realmente es como dicen, si maximo es un maestraso de la musica de danzante por q no lo nombran en los pueblos mmmm ami solo me hace q solo se hizo famoso por q nombro el nombre de JOSE MARIA ARGUEDAS y no por merito propio