Muchas buenas voluntades -dándole la vuelta a la letra de la conocídisima Adiós Pueblo de Ayacucho- me han traído a la vieja Humanga, ciudad de rasgos coloniales, famosa por sus prodigiosos músicos, sus carnavales y la abundancia de tunas, las mismas que crecen sin que nadie las siembre y, en algunos casos, también sin que nadie las coseche.
Es la cuarta o quinta vez que piso esta tierra y a diferencia de las visitas anteriores, ahora he encontrado una ciudad menos desconfiada, más tranquila y esperanzada.
Huamanga (capital de la región Ayacucho) me parece hoy más linda y señorial, con sus imponentes iglesias coloniales y sus barrios de artesanos, donde se dan forma a algunas de los trabajos artísticos de mayor calidad en el Perú.
Y es que Ayacucho fue el lugar de nacimiento de Sendero Luminoso y, quizás, la región más golpeada por la violencia política que vistió de luto al Perú en las últimas dos décadas del siglo pasado. Los tiempos han cambiado. Hay paz en este rinconcito andino -aunque aún se mantiene la pobreza- y eso se nota al recorrer sus calles y al conversar con su gente.
No tengo más tiempo. Debo retirarme y seguir con mis andanzas ayacuchanas. Andanzas en paz, sin bombas ni toques de queda. Sin matanzas ni inocentes torturados. Felizmente, eso es parte del pasado.
*Ayacucho en Explorando Perú
Es la cuarta o quinta vez que piso esta tierra y a diferencia de las visitas anteriores, ahora he encontrado una ciudad menos desconfiada, más tranquila y esperanzada.
Huamanga (capital de la región Ayacucho) me parece hoy más linda y señorial, con sus imponentes iglesias coloniales y sus barrios de artesanos, donde se dan forma a algunas de los trabajos artísticos de mayor calidad en el Perú.
Y es que Ayacucho fue el lugar de nacimiento de Sendero Luminoso y, quizás, la región más golpeada por la violencia política que vistió de luto al Perú en las últimas dos décadas del siglo pasado. Los tiempos han cambiado. Hay paz en este rinconcito andino -aunque aún se mantiene la pobreza- y eso se nota al recorrer sus calles y al conversar con su gente.
No tengo más tiempo. Debo retirarme y seguir con mis andanzas ayacuchanas. Andanzas en paz, sin bombas ni toques de queda. Sin matanzas ni inocentes torturados. Felizmente, eso es parte del pasado.
*Ayacucho en Explorando Perú
Comentarios
Como ayacuchano (pero no fanático) quiero hacer un pequeño comentario:
Es cierto lo que dices en tu post, sin embargo debo agregar que en Huamanga existen más de 33 iglesias (todas cerradas) una centena de bares con cortinas rojas (todas abiertas), teatros por montones y sobretodo, gringos que quieren pagar 1 dólar por habitación y 3 dólares por porro...
Abrazos
Buenas acotaciones, pero aquí en Huamanga me siguen diciendo que son sólo 33 iglesias. Creo que tendré que contarlas.
Saludos,
Abrazos
Saludos,
saludos
ariadna.
Mis días en Ayacucho ya terminan. Mañana domingo estaré en Lima otra vez, y empezaré a relatar mis experiencias en estas tierras.
Saludos cordiales,
Un nuevo amigo; Nazareth
Los caminos terminan por juntar a los viajeros. Así que tarde o temprano nos encontraremos en algún lugar del Perú.
Saludos,