Mi post anterior resultó ser una profecía. Escribí que me dolería la rodilla, me darían calambres y que en algún momento me preguntaría que demonios hago aquí.
Todo eso pasó en mi kilométrico andar desde Lomas hasta Marcona. Lo que no anticipé ni predije, fue las vivencias con los pescadores del balneario de Yanyarina (Arequipa), la contemplación de las formaciones rocosas que existen entre Lomas y Libertad y de las siluetas arenosas que preceden a Marcona.
Pero la aventura no termina. Hoy descansaré en Marcona, tratando de recuperar fuerzas y eliminar los dolores de mis piernas, tratando de mentalizarme para el tramo final de esta caminata.
Mañana, cuando el día comience a despertar, enrumbaré hacia la bahía de San Fernando. Quizás sean 15 o tal vez 20 kilómetros de recorrido. En realidad ahora no quiero pensar en distancias ni en horas, ni en ampollas ni en calambres. Sólo anhelo llegar a mi destino. Es lo único que importa.
Todo eso pasó en mi kilométrico andar desde Lomas hasta Marcona. Lo que no anticipé ni predije, fue las vivencias con los pescadores del balneario de Yanyarina (Arequipa), la contemplación de las formaciones rocosas que existen entre Lomas y Libertad y de las siluetas arenosas que preceden a Marcona.
Pero la aventura no termina. Hoy descansaré en Marcona, tratando de recuperar fuerzas y eliminar los dolores de mis piernas, tratando de mentalizarme para el tramo final de esta caminata.
Mañana, cuando el día comience a despertar, enrumbaré hacia la bahía de San Fernando. Quizás sean 15 o tal vez 20 kilómetros de recorrido. En realidad ahora no quiero pensar en distancias ni en horas, ni en ampollas ni en calambres. Sólo anhelo llegar a mi destino. Es lo único que importa.
Comentarios
Bye
N.T.V.
Saludos,