Bitácora de Viaje. Día 3 en la ruta del Chasqui, el Cóndor y el Guanaco.
Hora: 12 del mediodía.
"No pienso dar un paso más. Estoy cansado, tengo ampollas, no hay agua y sólo he comido un pedacito de chocolate y un par de cucharadas de atún. Ya ni caramelos tengo. La situación es complicada...
...Mi mochila me sirve de almohada y de colchón. Quiero dormir y olvidarme del camino y sus parajes desérticos; el camino y sus estrecheces equilibristas; el camino y sus declives aterradores, pero es imposible, las voces de Felipe y Job -exigentes, fastidiosas, caray, me sacan de quicio- destrozan mis esperanzas, me recuerdan que debemos continuar y que aún falta un trecho largo hasta la mina Los Incas y sus camiones contaminantes que nos llevarán a Nasca...
...Debí acompañar a Efraín, me increpo, reniego, gasto mis últimas fuerzas al recordar a nuestro compañero que la noche anterior decidió volver a a Nasca en un camión entre milagroso y fantasmal, aparecido en Cañaypampa, nuestro lugar de pernocte; pero no lo hice y ahora estoy hecho un trapo bajo la sombra de un árbolito enclenque en la quebrada de un río seco que añora a la lluvia y sus gotas de vida...
...Las voces de Job y Felipe se imponen. Sólo faltan dos o tres kilómetros y debo continuar, aunque no quiera, aunque hace sólo unos segundos haya jurado -como tantas otras veces- que nunca más volvería a caminar y que sólo a un tonto como yo, se le ocurre convertirse en periodista andariego, en cronista itinerante, en pundonoroso "trotaperú", cuando podría dedicarse a cualquier otra cosa, menos cansada, más rutinaria y formal.
...Pero a pesar de mis juramento tengo que volver al camino, quizás porque soy un tonto, tal vez porque estoy cerca del final. Sí, la mina está aquícito nomás y voy a llegar aunque sea gateando. Los caminos se han hecho para recorrerlos de principio a fin y ahora falta tan poco y siempre se encuentran fuerzas para dar un paso más, aunque a veces uno crea lo contrario... (Continuará).
Comentarios
slds
Rody
Rody