Después de varios años y luego de muchísimos viajes, al fin gané en el bingo de Cruz del Sur. Confieso que no tenía ninguna expectativa, más aún cuando los tres primeros números dictados, no aparecían en mi cartón. Pero la suerte cambiaría a partir del cuarto. Desde ese instante, mi avance sería irrefrenable y victorioso.
Mis repetidos fracasos en el bingo, me llevaron a sospechar de mi aparente fortuna. Quizás los demás pasajeros andaban en una condición parecida a la mía. Para sacudirme de las dudas, empecé a mirar de soslayo el cartón de mi compañera de asiento, una señora con apenas un par de aciertos. Ocurría lo mismo con los muchachones ubicados al otro lado del pasillo. Mi pesquisa fue alentadora. Ellos estaban más salados que el agua del mar.
Eso me levantó la moral. El triunfo era posible y cada vez estaba más cerca. Era cuestión de esperar, para que mi estertóreo, bronco y varonil grito de bingo, remeciera el primer y el segundo piso del bus. "Parece que hay un ganador, señores" o algo así, dijo el terramozo. Ahora, sólo faltaba verificar si realmente mi cartón estaba lleno.
Fueron segundos angustiosos, en los que imaginé las sonrisas cachacientas de los jóvenes, el murmullo de alivio de los demás pasajeros, las palabritas de consuelo del terramozo, la alegría de todos aquellos a los que les faltaban dos o tres numeritos... en fin, el roche tremendo y apocalíptico que tendría que soportar -estoica y calladamente- si la emoción me había llevado a cometer un error.
Pero mis temores no se hicieron realidad. Todo estaba orden. Sí, era el orgulloso ganador de un pasaje de retorno a Lima. Un gran ahorro, un tremendo alivio para mis casi siempre afligidas arcas viajeras.
Lo único malo del asunto, es que más de un conocido me ha recomendado -abierta y casi descaradamente- que el dinero destinado para el viaje de regreso, lo invierta en comprarles recuerdos o souvenires.
La propuesta no me tienta demasiado, sobre todo porque estoy en Cusco y es sábado y ese billetito extra puede -o debe- ser utilizado en algún pub, discoteca, cantina o antro. Es duro admitirlo, pero caeré en las tentaciones nocturnas. Ojalá que salga premiado como en el bus: ¡Bingo!.
Mis repetidos fracasos en el bingo, me llevaron a sospechar de mi aparente fortuna. Quizás los demás pasajeros andaban en una condición parecida a la mía. Para sacudirme de las dudas, empecé a mirar de soslayo el cartón de mi compañera de asiento, una señora con apenas un par de aciertos. Ocurría lo mismo con los muchachones ubicados al otro lado del pasillo. Mi pesquisa fue alentadora. Ellos estaban más salados que el agua del mar.
Eso me levantó la moral. El triunfo era posible y cada vez estaba más cerca. Era cuestión de esperar, para que mi estertóreo, bronco y varonil grito de bingo, remeciera el primer y el segundo piso del bus. "Parece que hay un ganador, señores" o algo así, dijo el terramozo. Ahora, sólo faltaba verificar si realmente mi cartón estaba lleno.
Fueron segundos angustiosos, en los que imaginé las sonrisas cachacientas de los jóvenes, el murmullo de alivio de los demás pasajeros, las palabritas de consuelo del terramozo, la alegría de todos aquellos a los que les faltaban dos o tres numeritos... en fin, el roche tremendo y apocalíptico que tendría que soportar -estoica y calladamente- si la emoción me había llevado a cometer un error.
Pero mis temores no se hicieron realidad. Todo estaba orden. Sí, era el orgulloso ganador de un pasaje de retorno a Lima. Un gran ahorro, un tremendo alivio para mis casi siempre afligidas arcas viajeras.
Lo único malo del asunto, es que más de un conocido me ha recomendado -abierta y casi descaradamente- que el dinero destinado para el viaje de regreso, lo invierta en comprarles recuerdos o souvenires.
La propuesta no me tienta demasiado, sobre todo porque estoy en Cusco y es sábado y ese billetito extra puede -o debe- ser utilizado en algún pub, discoteca, cantina o antro. Es duro admitirlo, pero caeré en las tentaciones nocturnas. Ojalá que salga premiado como en el bus: ¡Bingo!.
Comentarios
!Què buena suerte! Empiezas bien el año estimado amigo Rolly. Y eso servirà para hacer otra viajecito más. Saludos y como siempre !buen viaje!
Luz Marina
Este viaje es el primero del año y no será el último de ninguna manera.
Saludos...
Si necesitas información, escríbeme a mi correo: viajero@terra.com.pe
Te puedo ayudar con algo de información.
Saludos desde el Cusco.